Alcalá de Henares, ciudad española. Se trata pues de una ciudad que a lo largo del transcurso de su historia ha tenido numerosos encuentros con grandes personajes de la literatura española, ya sea por citaciones en sus obras o por ser lugar de residencia de ciertos intelectuales hispanos. Todos ellos han reflejado la gran importancia de Alcalá de Henares para la historia, la lengua y la literatura castellanas, especialmente en los Siglos de Oro (s. XVI-XVII), época de mayor esplendor para los habitantes complutenses.


Alcalá de Henares es en la actualidad una ciudad de más de 195.000 habitantes, segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid situándose después de la propia capital.  La metrópoli se extiende a lo largo de la Cuenca del Henares, en el centro de la Península Ibérica, lo que marca su paisaje característico, entre un páramo y la Campiña del Henares.

Sin embargo, para llegar a comprender qué ha traído a tantas celebridades de la literatura hasta esta villa es necesario realizarlo a través de la evolución de la misma.

Historia antigua

La zona del valle del Henares y su entorno fueron poblados desde la Prehistoria hasta el siglo II a.C. por celtíberos, según restos hallados en exploraciones arqueológicos. A pesar de ello las primeras referencias históricas de la ciudad datan de la época de la Hispania romana, en el año 190 a.C. aproximadamente.

A principios de la era romana el emplazamiento se encontraba en lo alto del cerro. No obstante en el siglo I d.C. los habitantes se desplazaron al otro lado del río con el fin de aproximarse a los recursos naturales, llegando a alcanzar el enclave una población de 10.000 habitantes reunidos bajo el nombre de Complutum, con la categoría de municipium.

La creación de esta ciudad se debe entender desde el punto de vista estratégico que posee gracias a su proximidad a fuentes de recursos naturales, como son el río Henares y sus vegas cultivables, y su posición geográfica que situaba la ciudad entre varias vías de comunicación de la época.

Yacimiento arqueológico de Complutum

Al sur de la ciudad actual, entre la ladera del Viso y la actual carretera nacional II y desde el río Torote hasta la puerta de Madrid se encontraba la antigua ciudad romana Complutum. Parte de ella fue destruida desgraciadamente en los años 60 como consecuencia de la construcción de edificios residenciales sobre el propio yacimiento. Actualmente el recinto deja mucho que desear al visitante, aun quedan partes por excavar y el lugar parece algo desolado.  Sin embargo se conserva parte del trazado urbano que permite entrever características de la planificación urbanística romana.

Como en casi todas las ciudades que se fundaron o reconstruyeron a partir del siglo I a.C., los romanos emplearon un urbanismo de inspiración griega: trazado ortogonal que definía las manzanas denominadas insulae ocupadas por plazas o edificios. El perímetro era cuadrado y, dentro del mismo, dos calles principales se cruzaban perpendicularmente para formar la base de la estructura viaria: el Decumanus maximus atravesaba el resto del asentamiento y el Cardo maximus cortaba a éste ortogonalmente en dos tramos. En el caso de la ciudad de Complutum el Decumanus maximus cobró mayor importancia que el Cardo puesto que coincidía con la vía que llegaba desde Emerita Augusta (actual Mérida) y Toletum (Toledo) y se dirigía por el valle del Henares a Caesar Augusta (Zaragoza). Además se ayudaron del río Henares para el transporte de mercancías.

Se calcula que la ciudad debió de alcanzar una extensión de 48 hectáreas para albergar entre 10.000 y 15.000 personas en su época de mayor esplendor antes de la crisis económica del siglo III d.C. Se reconocen dos barrios, el primero construido a principios del siglo I d.C. al este y otro más moderno planificado en la segunda mitad de ese mismo siglo al oeste. En el yacimiento arqueológico escavado se identifican hasta cinco calles con orientación este-oeste, los decumanos secundarios, y un cardo, con orientación norte-sur.

El yacimiento contiene los restos del Foro romano y de diversas viviendas de gran tamaño, incluyendo la colección de pintura mural romana más grande de España.

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De su temprana cristianización es testimonio que en el año 304 fueron martirizados en las afueras de Complutum los llamados « Santos Niños »: Justo y Pastor. La capilla martirial ​ fundada en su lugar de martirio (espacio ocupado actualmente por la Catedral-Magistral) fue impulsada en el año 412 y se ha llegado a convertir en un importante centro de peregrinación.

Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor

La actual catedral católica dedicada a los Santos Niños data del año 1514. Fue construida sobre la capilla fundada en el siglo V para albergar los restos de los difuntos.  Su estilo es gótico tardío (siglo XVI), con rasgos flamígeros floridos de la última etapa del gótico en su portada, a excepción de la torre de características renacentistas, lo que deja entrever las distintas etapas de su construcción.

El exterior de la catedral se muestra sencillo y austero. En cuanto al interior, el edificio queda dividido en tres naves cubiertas por bóvedas de crucería apoyadas sobre pilares fasciculados.  La forma general del edificio se asemeja a la tradicional planta de cruz latina con marcado transepto.

‘La madre de las ciencias donde a tantos/ verde laurel por únicos publica,/ dos corderos al cielo sacrifica,/ primicias ya de innumerables santos”. LOPE DE VEGA, Soneto dedicado a Justo y Pastor

Elgiroscopio.com

Tras la conquista de Hispania por los visigodos en el siglo V, la ciudad romana sufrió una importante decadencia y se mantuvo con vida hasta el siglo VI.

Alcalá de las tres culturas

Durante el proceso de conquista musulmana a principios del siglo VIII se respetaron las costumbres y creencias religiosas propias del lugar, llegando a convivir pacíficamente las tres culturas: la árabe, judía y cristiana.

La reconquista del territorio por parte de los cristianos llega a la ciudad de Alcalá de Henares en el siglo XI. La nueva ciudad de Alcalá se originó en torno a un reducido núcleo de población preexistente en la zona baja. A partir de este núcleo original, la ciudad fue creciendo y  organizándose al tiempo que llegaban los nuevos pobladores. Alcalá fue adquiriendo un papel de relevante importancia dentro de la red mercantil de Castilla; situación que mantuvo hasta que su carácter de «ciudad universitaria» desplazó progresivamente, a comienzos del siglo XVI, su función comercial prioritaria durante toda la Edad Media.

La población se fue incrementando a medida que el burgo se convertía en un emergente centro de transacciones y mercado comarcal, ya alejada la inseguridad fronteriza. No obstante, la construcción de las murallas, iniciada en el siglo XIII, delimitó el núcleo urbano y seguía teniendo una importante función defensiva en las recurrentes guerras civiles que azotaron el reino de Castilla durante la Edad Medieval. Su nuevo trazado, la convivencia en su seno de las tres culturas, agrupadas en barrios diferentes y perfectamente definidos, la adaptación de sus defensas y red viaria a las necesidades militares, religiosas, agrícolas y, sobre todo, comerciales del nuevo asentamiento, configuraron a la Alcalá medieval como un claro ejemplo del urbanismo cristiano de su tiempo, condicionando, por su particular morfología, el desarrollo y organización de la ciudad en épocas posteriores.

Insignias en fachadas

La estricta división socio-religiosa se expresaba en la existencia de comunidades judía y musulmana separadas de la cristiana dentro de la propia ciudad, e institucionalizadas en aljamas o barrios: la judería​ y la morería. Al norte de la ciudad se encontraba la morería, entre el Palacio arzobispal, la actual calle de Santiago y la muralla, aunque tras la expulsión de los moriscos (1609) la morería fue derribada para la construcción de nuevos complejos eclesiásticos. La actividad de sus habitantes se centró en los trabajos de albañilería, carpintería, laboreo de la tierra, herrería, cerrajería y alfarería. Sin embargo en la actualidad apenas es identificable este barrio ya que no posee grandes características morfológicas. Solo quedan las insignias de algunas fachadas que permiten conocer al transeúnte lo que un día fue el barrio.

La judería se encontraba en torno a la actual calle Mayor. Desde mi punto de vista es la zona de la ciudad más característica y posiblemente más importante a día de hoy, pues es donde se desarrolla la mayor parte de la vida social de Alcalá de Henares.

A  la judería iban a parar numerosos adarves o callejuelas con acceso a patios de vecindad.  A diferencia de lo ocurrido en la morería, en la zona de la judería se han conservado notables ejemplos de formas típicas del urbanismo medieval, como son los soportales y los adarves. La actual calle Mayor conforma la calle soportalada más grande de España y se remonta a esta época. En su seno había sinagogas, carnicerías judías, tiendas y talleres artesanos.

Ambientados en la judería alcalaína se escribieron dos poemas Cantiga de Pero Ferruz para los rabíes y Respuesta de los rabíes a Pero Ferruz, ambos del poeta Pedro Ferruz, ciudadano cristiano que residió en Alcalá a finales del siglo XIV.

… desde Alcalá llegué, / luego dormí e folgué / como los niños en cuna. / Entre las singogas amas / estó bien aposentado, / do me dan muy buenas camas / e plazer e gasajado; / mas cuando viene el alva, / un rabí de una grant barva / óigolo al mi diestro lado.

Calle Mayor_ ventanasalpensamiento.com

Por otro lado se hallaba el barrio cristiano, organizado en torno a la iglesia de San Justo y Pastor. Con el tiempo, se amplió siguiendo el trazado de los caminos naturales que partían en dirección a Burgos, Guadalajara, la ermita del Val, Toledo y Madrid. Alrededor de la iglesia se edificaron casas de tapial, ladrillo y entramado de madera, generalmente de una planta y con patios, que se agruparon en manzanas irregulares. La vida de sus habitantes giró en torno a la religión, la artesanía, los estudios, el mercado, los impuestos o la mancebía.

Alcalá universitaria

En 1495 accedió a la sede arzobispal de Toledo el más decisivo de los personajes vinculados a la historia de Alcalá: el cardenal Cisneros. Dicha figura tomó la decisión en 1499 de impulsar la existente institución de enseñanza complutense, el Studium generale para transformarla en lo que sería la Universidad de Alcalá, uno de los centros culturales más importantes del país, a la altura de la Universidad de Salamanca y la de Valladolid.

Colegio Mayor de San idelfonso: fachada principal y Paraninfo

La primera piedra de la Universidad Cisneriana se colocó en 1501 y en 1509 ya contaba con cinco facultades: Artes y Filosofía, Teología, Derecho Canónico, Letras y Medicina. Sin embargo el edificio más notable, y en el cual hoy reside la sede del Rectorado de la Universidad Complutense, es el Colegio Mayor de San Idelfonso, una de las más importantes obras del Renacimiento español, declarado Patrimonio de la Humanidad junto con el resto del casco histórico de la ciudad.

La fachada del Rectorado de la Universidad de Alcalá representa un importante símbolo de la ciudad, digno de ver. El edificio original fue diseñado por el arquitecto Pedro Gumiel en ladrillo para asegurarse el comienzo temprano de las clases. Sin embargo la fachada inicial debió de ser tan simple que fue sustituida en 1537 por la actual fachada renacentista, construida en piedra caliza diseñada por Rodrigo Gil de Hontañón.

Como es de suponer, la delantera sigue los principios característicos del Renacimiento. Es una arquitectura mural organizada mediante  tres calles verticales y dos horizontales en las que se abren vanos gracias al sistema del dintel. Para la decoración se ayuda de los órdenes clásicos, en este caso derivados del corintio.

Fachada principal del Colegio Mayor de San Idelfonso _ es.cisneros2017.es

Analizando la fachada se observa que el primero de los cuerpos que la componen está formado por una galería de arcos de medio punto y tres calles verticales delimitadas por columnas y pilastras. A ambos lados se sitúan dos alas de sólo dos cuerpos. La puerta, bajo un arco exento de función estructural con archivoltas planas, está enmarcada por parejas de columnas de fustes estriados sobre un plinto elevado. En los frontones triangulares de las ventanas aparecen representados sobre medallones los padres de la Iglesia Católica: San Ambrosio, San Gregorio, San Jerónimo y San Agustín.

Como remate de la fachada, se haya un frontón triangular en cuyo tímpano hay un busto del Padre Eterno en actitud de bendecir y con la bola del mundo en su mano izquierda. Rodeando el frontón se encuentran cuatro figuras humanas de diferentes edades como alegoría del paso del tiempo.

Sobre los ventanales superiores aparece alguna reminiscencia del gótico en forma de gárgolas. Y sobre ellas, la fachada se corona mediante un sobrio balaustre de florones.

Otro distintivo de este conjunto del Colegio Mayor es la obra del Paraninfo. Todos los años, el día 23 de abril, los Reyes de España entregan en el Paraninfo el Premio Cervantes a la literatura en lengua española. Escritores como Jorge Guillén o Camilo José Cela han recibido este premio en dicha sala.

Se trata de un salón rectangular con doble altura, cubierto por una elaborada armadura morisca de lazos de seis que forman casetones hexagonales de influencia italiana. Sin embargo su importancia radica más que en aspectos estructurales, en aspectos decorativos significativos como es la yuxtaposición de técnicas todavía islámicas y formas naturalistas, como reflejo de la presencia árabe en la ciudad. La parte baja de los muros queda desnuda, ya que toda la decoración se concentra en la galería de arcos escarzanos entre pilastras que se abren en tres de los lados del salón. Esta forma de tratar las superficies es típica de la arquitectura islámica, como las galerías cuya decoración adopta la forma de friso de estuco cubriendo los arcos y las pilastras donde se aprecia la tendencia del «horror vacui».

Desgraciadamente el salón no se encuentra abierto al público salvo días especiales del año y este tesoro de la universidad se oculta entre sus muros.

Paraninfo_fronteras.com

Alcalá de Henares y su lado más literario

“En las riberas del famoso Henares, que al vuestro dorado Tajo, hermosísimas pastoras, da siempre fresco y agradable tributo, fui yo nascida y criada, y no en tan baja fortuna que me tuviese por la peor de mi aldea. » La Galatea, MIGUEL DE CERVANTES

La ciudad complutense está inevitablemente atada al nombre de Miguel de Cervantes, quien vio la luz por primera vez y residió durante gran parte de su vida en Alcalá de Henares. Este escritor es considerado la máxima figura de la literatura española por ser el autor del libro El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, la segunda obra más editada y  traducida de la historia después de la Biblia. Esta presencia de la cual la ciudad se siente orgullosa la ciudad, no hay más que ver las innumerables referencias al escritor dentro de ella empezando por la Plaza Cervantes, ha influido en el trascurso del tiempo la historia de la ciudad.

En su homenaje se erige la estatua del novelista en el centro de la plaza de su mismo nombre: la plaza Cervantes, en el corazón de la ciudad. Este lugar se ha convertido en un punto neurálgico para Alcalá de Henares. También es posible visitar la ciudad donde vivió.

Plaza Cervantes

El origen de la plaza se remonta a la Edad Medieval, un espacio situado a extramuros del burgo llamado por aquel entonces Plaza del Mercado. Con la ampliación de las murallas en el siglo XV y XVI, la plaza Cervantes quedó integrada en el casco urbano, gracias también al importante desarrollo de la ciudad universitaria. De esta manera la plaza se convirtió en el espacio principal de la villa.

Fue ya en 1879 cuando la plaza experimentó una serie de cambios, entre ellos la instalación de la escultura, y adoptó su actual nombre. Hoy en día la plaza  de planta rectangular está formada por seis jardines dispuestos siguiendo el principio de simetría que dejan en el eje central y en los laterales una zona de paseo. Sus lados norte y oeste están soportalados, como continuación de los soportales de la calle Mayor, previamente mencionada junto al barrio judío.

Plaza Cervantes_rentacard.com

Mercado Cervantino

En honor también del autor complutense se celebra cada año el mercado temático más importante de España, el cual espero su llegada con impaciencia cada año. Se trata del Mercado Cervantino, Fiesta de Interés Turístico Regional, que se festeja en torno al 9 de octubre, fecha de la partida de bautismo de Miguel de Cervantes.  El evento es una auténtica máquina del tiempo que logra transportar el centro de la ciudad al Siglo de Oro, congregando cada año a 200.000 personas y llenando la ciudad de color. El Mercado Cervantino se centra en la figura del célebre autor y de sus personajes Don Quijote y Sancho como emblemas permanentes de una manifestación cultural.

Aparte del mercado medieval y sus puestos de artesanía, otras actividades como actuaciones originales, danzas, animales exóticos o teatro se desarrollan en el mismo casco histórico. Merece la pena acercarse para conocerlo.

Calle Mayor durante el Mercado Medieval

Sin embargo, la presencia del literato Miguel de Cervantes no es única en la ciudad. La ciudad vio nacer a otros ilustres escritores, como son el Arcipreste de Hita o Manuel Azaña. El importante desarrollo de la Universidad Complutense trajo consigo a numerosos estudiantes que llegaron a convertirse en célebres personajes de su época. Entre ellos destacan: San Ignacio de Loyola, Fray Luis de León, Lope de Vega, Tirso de Molina, Francisco Quevedo, Calderón de la Barca y Gaspar Melchor de Jovellanos , todos ellos personalidades distinguidas del panorama literario hispano.

Es indudable la relación que siempre ha mantenido Alcalá de Henares con las letras. Una relación que perdura en la actualidad y cuyo su origen se remonta a la época medieval. Es por esta misma razón que la localidad alcalaína posee como lema de la villa “Ciudad del saber”. Se trata de una ciudad que ha dado cobijo coetáneamente a tres culturas distintas, lo que le ha aportado una gran diversidad, y cuyo espíritu de conocimiento se retrata gracias a la figura de la Universidad.

 

Marta García Graf

Alcalá de Henares, ciudad de residencia.

 

Bibliografía

Historia de la forma urbana desde sus orígenes hasta la Revolución Industrial, A.E.J. Morris, 1979

dream-Alcalá.com

ayto-alcaladehenares.es

Alcalá de Henares, una ciudad medieval en la España cristiana (siglo XIII-XIV), M.A. Castillo Oreja

revistas.ucm.es